EL USO SOSTENIBLE DEL MONTE PÚBLICO VERÁ RESPALDADA ASÍ SU EXPLOTACIÓN FORESTAL Y RECONOCIDO SU VALOR PAISAJÍSTICO
Con fecha 8 de agosto de 2014, la Dirección General de Medio Ambiente del Gobierno de Extremadura ha iniciado los trámites para declarar el Monte de Utilidad Pública “Castañar Gallego” de Hervás, como Paisaje Protegido. Una figura jurídica de protección medioambiental y conservación de la naturaleza y espacios naturales de Extremadura.
El Monte Castañar Gallego, posee una superficie aproximada de 300 hectáreas y es una de las masas de castaño más importantes y mejor conservadas de todo el sur peninsular. Además, alberga importantes poblaciones de flora amenazada, especialmente orquídeas, así como mamíferos, anfibios, artrópodos, etcétera, lo que convierte a este lugar en un espacio único en Extremadura. El trámite de declaración de Paisaje Protegido, una vez concluido, integrará, el Monte Castañar Gallego, en la Red de Áreas Protegidas de Extremadura, reconociéndole de manera oficial, el valor que atesora. Según se establece en el artículo 20 de la citada ley, “los Paisajes Protegidos, son aquellos lugares concretos del medio natural que, por sus valores estéticos y culturales, sean merecedores de una protección especial. En ellos se valora especialmente la continuidad de los usos tradicionales que aseguren el mantenimiento de formaciones vegetales de fuerte contenido cultural”. Hasta la fecha en Extremadura, tan solo el Monte de Utilidad Pública de Valcorchero en Plasencia ostentaba está catalogación.
La titularidad publica del monte Castañar de Hervás se remonta al año 1264, durante el reinado de Alfonso X, cuya esposa, Doña Violante de Aragón, en el curso de un «pleito de avenencia», donara las tierras a los moradores del lugar para que » se poblara la aldea y volvieran a criar su ganados», en contra de los intereses de los de la Villa de Béjar. A lo largo de la historía numerosos han sido los pleitos entre ambas poblaciones, si bien la justicia ratificó siempre la propiedad de Hervás frente a las reclamaciones bejaranas. El uso y aprovechamiento maderero del castañar de Hervás es todavía visible en las construcciones de las casas del Barrio Judío, y junto con el adobe y la teja vertical, se han constituido en seña de identidad del pueblo. Además en torno al mismo monte y su explotación, floreció una industria artesanal de ebanisteria para la elaboración de muebles que sostuvo la economía local a lo largo de buena parte de nuestra historia reciente.
Para los Hervasense y quienes aman Hervás, la referencia del horizonte verde, ocre o gris según las estaciones no es solo un recurso, en nuestro caso, es un valor, y su mantenimiento y conservación sostenible nuestra responsabilidad heredada. A efectos de promoción turística, ostentar un «sello medioambiental» como el que ahora se tramita, nos compromete a un mayor esfuerzo de responsabilidad con el patrimonio natural y su conservación.