Porque enamorar es una cosa muy seria y no hay que dejarlo todo al azar, conviene preparar con tiento y tiempo el mejor de los escenarios. Por eso, en vísperas del 14 de febrero, los establecimientos de restauración de Hervás visten sus mesas y salas con esmero para enmarcar los más románticos encuentros y veladas. También los alojamientos y spas se alían para acoger en el más cálido ambiente, la tierna dulzura o desatada pasión de los inicios y las meritorias celebraciones de los veteranos, que han llegado a serlo a pesar de los pesares. Para celebrar San Valentín, Hervás quiere volver a convertirse en el tablero del sentimientos, pues ya se sabe que en el juego del amor, la mejor victoria es quedar en tablas.