DESDE EL JUEVES 26 AL DOMINGO 29 DE ABRIL 

En ocasiones, las actividades que se inician con la energía de la ilusión, la pasión y la vocación, acusan el paso y el peso de los años, si no consiguen sumar energías y alianzas nuevas. Así desde el pasado año, el Ayuntamiento asumió la continuidad de un evento que este, recibe el apoyo de su ideólogo y co-promotor. Miguel Ordoñez, será de nuevo participe y protagonista de una de las actividades a las que se suman también, otros artistas y compañías unidos por el amor a una profesión artística en vías de extinción: Los Titiriteros. Adelantándose a las fechas habituales, pero sin faltar a su cita con el público familiar, vuelve para celebrar su X edición, el Festival de Títeres y Trotamundos de Hervás. 

El programa de esta edición traerá al publico asistente seis propuestas artísticas: 

LAS SOMBRAS DE PANDEMÓNIUM, (Cáceres)                

Sexteto (entre actores y músicos), cuyo concilio, desde 2014, convoca teatro de sombras y música en directo, a base de diablos y demonios, desde un lugar en el que lo malo, lo bueno, lo real y lo surreal se confunden.

MIGUEL ORDÓÑEZ, (Argentina)               

Miguel Ordóñez Gribaudo, tras cruzar el Charco, funda en 1978 la compañía Cristóforo Colombo, que durante más de una década residió también en Hervás, como puede atestiguar la existencia del presente Festival. En la actualidad, es director  de La Casa de los Títeres de Paredes de Nava (Palencia). Su viaje permanente, del que nos hablará por extenso, se plasmará, a la vez, por un duro, en poemas, cantares, romances, chanzas, chascarrillos, pensares, mofas, burlas, exabruptos y desvaríos.

THE DAWLINS, (Madrid)

Rosa García (contrabajo), Catalina Salom (voz y guitarra), Estér Pérez (batería) y Carlotta Cánovas (banjo) han inventado el country ibérico desde las calles de Madrid en 2015, a base country, blues, folk y rumba. Y algunas cosas más: consiguen que Lou Reed, por ejemplo, disfrute de unas vacaciones soleadas en Tennessee. Es su particular “paseo por el lado salvaje”.

TITIRITEROS DE BINÉFAR, (Huesca)

Desde hace más de treinta años estos reconocidísimos titiriteros recorren el ancho mundo. Teatro del bueno para todos con historias y músicas en calles y plazas. Y han publicado siete discos y tres libros que lo demuestran. “Antón Retaco”, basado en el libro de 1955 de María Luisa Gefaell (Premio Nacional de Literatura 1952), obtuvo el Premio Drac dÓr a la Mejor Dramaturgia en la Fira de Titelles de Lleida 2016.

BAMBALINA, (Valencia)

Compañía activa desde 1981, se caracteriza por abrir el código de los títeres hacia mundos claramente interdisciplinares y ha presentado propuestas con una dramaturgia viva, emparentada con otras artes visuales. Han llevado a escenarios de medio mundo (Canadá, Estados Unidos, Este Asiático o África) algunos títulos emblemáticos del repertorio literario y musical universal: “Pinocho”, “El Retablo de Maese Pedro”, “Historia del Soldado”, “El jorobado de Notre Came”… Esta noche: En un lugar de la Mancha…

EL PERRO AZUL, (La Rioja)

El Perro Azul Teatro se ha consolidado  como una compañía profesional que indaga en distintos lenguajes teatrales, capaces de emocionar a un público de cualquier edad. Desarrolla su trabajo desde una mirada artística y personal arriesgada, a través de un lenguaje gestual, donde el cuerpo del actor cuenta, mientras sus palabras puedan volar.
Con estas mismas palabras se presentaron en Hervás en 2017. Y no mentían: “Superhéroe”, entonces, emocionó y deslumbró, resultando aclamada unánimemente por el público. Por eso, “Payaso”, encarnado por el inmenso actor Fernando Moreno, quiere celebrar la bonita cifra de diez ediciones de este Festival, y resume algo de su espíritu: diversión y entusiasmo, mimo, teatro, danza y hasta malabarismos.

Qué verdad es aquello de «lo difícil no es llegar, sino mantenerse», no es el caso de este festival que contra viento y marea, arriba año tras año a las costas de la ilusión y la magia que disfrutan por encima de todos, los espectadores más pequeños. Hecho el trabajo y esfuerzo previo, ahora, a punto de encenderse las luces del escenario, está en nuestras manos demostrar que los esfuerzos valen la pena, y la mejor recompensa será la alegría de ver la sala llena de espectadores felices.